top of page

"Id… haced discípulos a todos los pueblos… enseñándoles a guardar todo lo que os he mandado… sabed que yo estoy con vosotros todos los días" (Mt 28,19-20)

"No estamos más en la cristiandad. Hoy no somos los únicos que producen cultura, ni los primeros, ni los más escuchados Por tanto, necesitamos un cambio de mentalidad pastoral, que no quiere decir pasar a una pastoral relativista. No estamos ya en un régimen de cristianismo porque la fe —especialmente en Europa, pero incluso en gran parte de Occidente— ya no constituye un presupuesto obvio de la vida común; de hecho, frecuentemente es incluso negada, burlada, marginada y ridiculizada. (…) Y por eso fue instituido en el año 2010 el Pontificio Consejo para la Promoción de la Nueva Evangelización, para «promover una renovada evangelización en los países donde ya resonó el primer anuncio de la fe y están presentes Iglesias de antigua fundación, pero que están viviendo una progresiva secularización de la sociedad y una especie de “eclipse del sentido de Dios”, que constituyen un desafío a encontrar medios adecuados para volver a proponer la perenne verdad del Evangelio de Cristo»". (Palabras del papa Francisco en su Discurso Navideño a la Curia Romana, el 21 de diciembre de 2019)

Esas palabras concretan para nuestra realidad actual el impulso evangelizador que la Iglesia ha venido proponiendo desde hace varias décadas, e inspiran la acción pastoral que queremos hacer. Concretamos su inspiración en los siguientes criterios operativos fundamentales que guíen nuestro trabajo y con los que valorar las acciones que realizamos y las debilidades que apreciamos  en nuestra actuación en cada una de las grandes áreas de la misión de la Iglesia.

Criterios operativos

La meta que nos proponemos es crear y consolidar una comunidad parroquial adulta que sea referencia para cada una de nuestras acciones pastorales.

Adoptamos los siguientes criterios que nos conduzcan a esa meta:

  1. Realizar la misión y el proyecto pastoral de la parroquia desde un sentido de comunidad dominicana.

  2. Ofrecer itinerarios cristianos con el objetivo de profundizar en la fe: catecumenados y formación sistemática.

  3. Fomentar y animar la mayor participación posible de los laicos y de las otras ramas de la Familia Dominicana en las diversas áreas de la acción pastoral.

  4. Cuidar en nuestra liturgia la dimensión celebrativa de la fe y promover en ella los ministerios laicales.

  5. Procurar con nuestra acción suscitar una llamada al compromiso por la construcción del Reino de Dios.

  6. Intensificar la acción de apoyo al servicio de la caridad que realiza la Iglesia, para expresar la vivencia fraterna de la dimensión social de la fe.

El anuncio

  • Para el bautismo de niños - antes de los cinco años - ofrecemos a los padres la oportunidad de reflexionar sobre su decisión de solicitar el sacramento. Reciben un díptico para su lectura personal o en pareja y lo comentamos en un encuentro con ellos en el que también dedicamos un tiempo a la preparación de la celebración.  Por distintas dificultades, no suele lograrse - y sería deseable - incluir en esa iniciativa a los padrinos.

​

  • Para los niños y adolescentes en edad escolar tenemos consolidado un itinerario que abarca siete años desde el despertar religioso hasta que reciben la Confirmación. Incluye la Primera Comunión y, en los casos que fuera necesario, el Bautismo. Caben y son deseables mejoras tanto en la consolidación organizativa y formativa del grupo de catequistas como en la relación evangelizadora con los padres de familia.

​

  • Disponemos de una oferta evangelizadora sistemática dirigida a jóvenes mayores y a adultos, en la forma de un itinerario de iniciación cristiana que abarca siete etapas formativas.

La celebración

  • En el territorio parroquial se encuentra la Basílica de Nuestra Señora del Camino. Por sus características es espacio preferido por los fieles para celebraciones como funerales o primeras comuniones, que tienen un carácter e identidad netamente parroquiales y son ocasiones para fortalecer el sentido de parroquia. Realizarlas en la basílica conlleva la necesidad y el desafío de resaltar su carácter parroquial y estimular en los fieles su conciencia de pertenencia a ella.

​

  • Por esa misma preferencia hacia la basílica, en el templo parroquial no se celebra ninguna misa de diario y solo una misa dominical. Durante todo el curso escolar, está claramente condicionada por la catequesis infantil en cuanto a horario, formas y participantes activos. Se hace difícil dar consistencia a la vida celebrativa de la comunidad parroquial adulta, que debería ser el destino natural donde acoger e integrar a quienes se inician en la vida cristiana. Es una carencia grave y es nuestro mayor desafío en este área pastoral.

​

  • En lo celebrativo es imprescindible en nuestra acción pastoral un cambio de mentalidad, disposición participativa de todos y promoción decidida de los ministerios laicales.

El servicio

de la caridad

  • La parroquia tiene un equipo de Cáritas que recibe asesoría y acompañamiento de Cáritas Diocesana de León, con una reunión mensual y frecuente comunicación telefónica y escrita. El equipo está formado por el párroco y tres personas voluntarias. Tiene la organización y distribución de funciones propia de los equipos de Cáritas parroquiales. Otras personas colaboran ocasionalmente.

​

  • Con un sistema de entregas mensuales se desarrolla un programa de alimentos, con unas familias de forma directa y con otras gestionando su acceso al Economato de Cáritas Diocesana. Se participa también en campañas de temporada como el comienzo de curso escolar (calzado) o navideñas. Y se conceden ayudas ocasionales para necesidades concretas como pago de recibos de servicios (electricidad), alquileres o compras de combustible.

​

  • Guían el trabajo del equipo criterios comunes con otras Cáritas parroquiales. Así, las ayudas materiales se dan dentro de un "proceso". Tratando de que no dañen la dignidad de la persona, al tiempo que promuevan su participación y su responsabilidad. Ayudando a que aprendan a tomar sus propias decisiones y opciones diarias. Teniendo en cuenta que su situación puede ser mucho más compleja que la necesidad de una ayuda material. Siempre como expresión del compartir de la comunidad eclesial, procurando, por tanto, que el grueso de lo que se dé proceda de la comunidad parroquial. Y conscientes de las limitaciones e incapacidad de resolver "todos los problemas", sin dejar de colaborar en la medida de nuestras posibilidades.

​

  • Con esos mismos criterios y con recursos propios tenemos otra línea de trabajo de ayudas dirigidas a promoción y cualificación de las personas, como becas de estudio o para formación laboral.

bottom of page